La neuroinflamación generada por el virus Zika aumenta el riesgo de que los niños tengan trastorno del espectro autista
26 de agosto de 2024
A través de pruebas con animales y experimentos con minicerebros, investigadores de la USP y del Instituto Pasteur investigaron cómo la infección puede alterar el funcionamiento del sistema nervioso en desarrollo.
Agência FAPESP – Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo (ICB-USP) y del Instituto Pasteur de São Paulo (IPSP) demostró, por primera vez, que existe una asociación entre el virus Zika congénito síndrome (SCZ) y trastorno del espectro autista (TEA).
SAN PABLO, BRASIL – AGENCIA FAPESP – Los datos publicados en la revista Biochimica et Biophysica Acta – Molecular Basis of Disease indican que las consecuencias comunes del síndrome, como la neuroinflamación y los problemas en la formación de conexiones entre las neuronas del cerebro (sinapsis), pueden ser factores de riesgo para el TEA. La investigación contó con el apoyo de la FAPESP a través de dos proyectos ( 17/27131-9 y 18/16748-8 ).
“El autismo es multifactorial, tiene numerosas causas genéticas y ambientales. En este estudio pudimos demostrar que el síndrome congénito del Zika puede ser otro de estos factores ambientales. ¿Significa esto que todo niño cuya madre haya sido infectada por el virus durante el embarazo tendrá autismo? No. Nuestro estudio demostró, sin embargo, que en los casos de síndrome congénito de Zika el riesgo de autismo aumenta”, explicó a la Oficina de Prensa del ICB-USP Patrícia Beltrão Braga , una de las autoras del artículo.
Según el científico, ya se han descrito casos de niños afectados concomitantemente por el síndrome congénito del Zika y el trastorno del espectro autista. “Sin embargo, estos fueron sólo informes de casos. Yo mismo hice el análisis genético de uno de estos casos y no encontré ningún gen relacionado con el autismo. Entonces, podría ser simplemente una coincidencia”, comentó.
Sin embargo, en el trabajo publicado recientemente, los investigadores pudieron investigar los mecanismos que afectarían el sistema nervioso y causarían un comportamiento autista en niños con síndrome congénito de Zika.
Metodología
Los investigadores llevaron a cabo experimentos con organoides cerebrales producidos en el laboratorio e infectados con Zika. También se realizaron pruebas con ratones infectados por el virus, que demostraron un tipo de comportamiento denominado “autista”. El estudio también investigó datos de una cohorte compuesta por 137 niños que nacieron con síndrome congénito de Zika.
“En la prueba con minicerebros, encontramos que había una serie de cambios -como reducción de las sinapsis, aumento de la muerte celular, neuroinflamación, cambios en la captación de glutamato- que impedían que las neuronas funcionaran correctamente. Observamos que la inflamación observada en las células del sistema nervioso parecía ser lo suficientemente compatible como para provocar cambios en el comportamiento del niño”, informó Beltrão-Braga.
El origen del problema, según el investigador, está en los astrocitos, células neuronales que apoyan el funcionamiento de las neuronas. “Es el astrocito el que brinda apoyo y nutrición a la neurona. También elimina sustancias tóxicas en el cerebro. Como el astrocito infectado funciona mal, no proporciona el mayor apoyo posible para la supervivencia de la neurona. Además de funcionar mal, parece estar produciendo citoquinas inflamatorias, que empeoran el funcionamiento del sistema nervioso”, afirmó.
Los investigadores destacan que es probable que el autismo en niños con síndrome congénito de Zika sea un reflejo de astrocitos alterados como consecuencia de la infección provocada por el virus. “Creemos que la presencia del virus durante el período embrionario puede desencadenar una reprogramación epigenética, cuando la exposición al entorno adverso puede alterar la regulación genética durante el desarrollo embrionario”, destacó el profesor del ICB.
El artículo La infección por el virus del Zika afecta la sinaptogénesis, induce neuroinflamación y podría ser un factor de riesgo ambiental para el resultado del trastorno del espectro autista y se puede leer en: www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0925443924000863?via%3Dihub .
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