Mediante una inversión conjunta, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y Laboratorios Bagó, ambos de la Argentina, financiarán estudios para avanzar en investigaciones vinculadas al COVID-19. El acuerdo representa un esfuerzo público-privado nacional y tiene como objetivo obtener datos en la generación de la respuesta inmune en ratones y la evaluación de futuros desarrollos contra el SARS-CoV-2.
Para esta iniciativa, el INTA aportará toda la experiencia en investigaciones en nanotecnología y biotecnología agropecuaria, mientras que Laboratorios Bagó sumará la innovación y trayectoria en el cuidado de la salud de la comunidad. El trabajo del Grupo de Nanomedicina Veterinaria está relacionado con el desarrollo de nanovacunas, dispositivos diagnósticos descartables basados en nanotecnología y nanoterapéuticos contra distintos patógenos que afectan la salud pública, la ganadería, la apicultura y la acuicultura.
“El convenio con Laboratorios Bagó considera nuestra experiencia como grupo de investigación en el direccionamiento de nanovehículos hacia células dendríticas, que involucra una molécula sintética que se ancla específicamente a un receptor de estas células que tienen un rol fundamental en la regulación de la respuesta inmune”, señaló Sebastián Pappalardo, responsable del proyecto e investigador del Grupo de Nanomedicina Veterinaria de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Bariloche. El Dr. Pappalardo es, actualmente, miembro del Consejo Asesor de la FAN – en representación del INTA- y fue beneficiario de un proyecto Presemilla, del Programa de Inversión en Emprendimientos Nano, para el desarrollo de una nanovacuna contra la Brucella Ovis.
Con la utilización de la plataforma de nanovacunas direccionada a las células dendríticas –células específicas del sistema inmunológico– que el INTA Bariloche viene trabajando desde hace años con universidades de Estados Unidos e Italia, se podrán obtener datos y conclusiones que ayudarán a comprender la respuesta inmune en animales de laboratorio que puedan extrapolarse luego al ser humano, en vistas a una posible nanovacuna.
Por su parte, Carlos Magdalena, director del Centro Regional Patagonia Norte del INTA, afirmó que “el convenio le permite al grupo de investigación de Bariloche contar con fondos para realizar los estudios utilizando la plataforma de nanovacunas, con vistas a futuros desarrollos en el campo de COVID-19”. En esta etapa inicial, si bien muy preliminar, los estudios realizados sugieren que la “prueba de concepto” resulta positiva y alienta a seguir el camino iniciado.
El convenio tiene como principal propósito aportar al cuidado de la salud de la comunidad con estándares científicos del más alto nivel, así como contribuir a los estudios que se están desarrollando a escala mundial para combatir la pandemia. En este sentido, “el uso de la plataforma de nanovacunas es una posible alternativa en la búsqueda de soluciones profilácticas para el SARS-CoV-2”, concluyó Pappalardo.