Al plantar tomates y berenjenas ¿de que tamaño debe ser la maceta?
Escoger una maceta
Los tomates necesitan una maceta que contenga al menos 5 galones (20 litros) de suelo o tenga 22 pulgadas (55 cm) de diámetro. Los tomates crecen al menos hasta 4 pies (1,20 m) de alto durante el verano, y las macetas más pequeñas restringen el crecimiento. Escoge una maceta con al menos tres agujeros de drenaje en la base. Las macetas plásticas son económicas, pero pueden romperse con el tiempo. Las macetas esmaltadas retienen bastante bien el agua, pero pueden costar más que las de otra clase. Las de arcilla son porosas y requieren riego más frecuente. Los barriles de whisky o tiestos de madera son estéticamente agradables, pero se rompen con el tiempo. Escoge una maceta que se ajuste a tu presupuesto y a las necesidades de tu jardín.
Medio para plantar
No uses tierra de jardín normal para plantar tomates en macetas. La tierra de jardín es muy pesada y puede contener agentes patógenos perjudiciales. En su lugar usa una mezcla de suelo que puedes conseguir en viveros, o haz tu propia mezcla. Las mezclas sin tierra son livianas, lo que las hace ideales si planeas mover las macetas. Las mezclas de tierra retienen el agua y cuestan menos. Haz una mezcla con una parte de compost o esfagno, una parte de tierra pasteurizada, una parte de vermiculita o perlita y una palada de estiércol. Llena la maceta casi por completo y haz un hoyo para la planta de tomate. Coloca la planta en el hoyo un poco más abajo de lo que estaba en la maceta del vivero. Rellena con tierra y presiona firmemente con tu mano. Riega bien las plantas de tomate recién plantadas
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