En medio de estas fiestas de luces, recuerdos y alegrías aparece en Israel un nuevo rayo de esperanza que ilumina el provenir de las personas aquejadas por el Alzheimer.
Uno de cada diez adultos mayores de 65 años en el mundo está afectado por esta enfermedad que borra desde sus más preciados hasta los más simples recuerdos y sumerge a las familias en una vida complicada, mientras tratan de mantener el vínculo de amor con sus mayores.
Lo peor estaría por venir, ya que se cree que la cifra de afectados se triplique en diez años más. Sin embargo, ahora puede haber surgido una nueva y realista esperanza.
Un equipo de investigación encabezado por Hervé Bercovier, Charles Greenblatt y Benjamín Klein del departamento de Microbiología y Genética Molecular de la Universidad Hebrea de Jerusalén descubrió que la vacuna Bacillus Calmette-Guérin (BCG), desarrollada originalmente para la tuberculosis y comúnmente utilizada para tratar el cáncer de vejiga, también puede ser un tratamiento efectivo para prevenir el Alzheimer. Sus hallazgos han sido publicados en la prestigiosa revista científica on-line PLOS ONE.
«Hay datos que se remontan a la década de 1960 y que muestran que los países que tratan a pacientes con cáncer de vejiga con la vacuna BCG tenían una menor prevalencia de la enfermedad de Alzheimer, pero no se habían analizado adecuadamente», compartió Bercovier, el autor principal del trabajo.
Hasta ahora Bercovier y su equipo han hecho seguimiento a 1371 pacientes con edad promedio de 68 años y con cáncer de vejiga. Los pacientes recibieron tratamiento en el Centro Médico Hadassah de la Universidad Hebrea. Durante las visitas de seguimiento 65 pacientes con cáncer habían desarrollado Alzheimer y aquellos que no habían recibido BCG como parte de su tratamiento tenían significativamente un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer frente a los pacientes tratados con BCG: 8,9% (44 pacientes) en comparación con 2,4% (21), respectivamente. En comparación con la población sana, las personas que nunca habían sido tratadas con BCG tenían un riesgo cuatro veces mayor de desarrollar Alzheimer que quienes fueron tratados con la vacuna.
Es importante tener en cuenta que los investigadores no han desarrollado una vacuna que prevenga el Alzheimer. Sin embargo, Bercovier comentó: “nuestro estudio es un paso importante hacia la comprensión de las formas en que nuestro sistema inmunitario juega un factor importante en la patogénesis del Alzheimer y cómo la vacuna BCG, que modula el sistema inmunitario, puede servir como un tratamiento preventivo eficaz para esta inhabilitante condición».