La Huella de Carbono (HC) es un instrumento que permite estimar las emisiones de gases efecto invernadero (GEI), liberadas a la atmósfera por los consumos directos e indirectos de materiales y energía, por un individuo, organización, evento o producto (UK Carbon Trust), traducidos en emisiones de CO₂ equivalente.
¿Cómo es la metodología de cálculo de la HC?
Existen múltiples referencias y normas internacionales, cómo las Directrices IPCC 1996 y 2006 (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático – IPCC), para los inventarios y reportes de GEI nacionales; Norma ISO 14064 (Organización Internacional de Normalización – ISO); GHG Protocol (Instituto de Recursos Mundiales – WRI; Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible – WBCSD); Método Bilan Carbone® (ADEME – Francia); PAS 2050 (British Standards Institution), entre las más destacadas.
El cálculo más simple consiste en recopilar los datos referentes a los consumos directos e indirectos de insumos materiales (ej. papel) y energía (eléctrica y combustibles fósiles), y traducirlos en emisiones de CO₂ equivalentes, mediante el uso de Factores de Emisión.
¿Para qué sirve la aplicación del Instrumento?
El cálculo constituye el punto de partida para identificar las actividades y acciones que más contribuyen a las emisiones, y a partir de allí desarrollar propuestas de planes de manejo de insumos y recursos energéticos – Plan de Mitigación, para intentar reducir y compensar, en forma sistemática, la contribución de las actividades.
Las acciones que se lleven adelante en el Plan de Mitigación, significan cambios de hábitos, sean en la forma de producir, distribuir y consumir distintos recursos, como la energía y los combustibles fósiles, entre otros.
Es recomendable establecer un calendario y responsables para la implantación y seguimiento de las medidas que deseen llevarse adelante para poder alcanzar los objetivos pre-establecidos.
¿Por qué es interesante el cálculo de la Huella de Carbono?
El Efecto Invernadero es un fenómeno natural atmosférico, que permite que la temperatura en la Tierra se mantenga estable (15ºC) para el desarrollo de la vida, gracias a la retención de calor de los GEI – Gases de Efecto Invernadero: CO2, CH4, N2O, HFC, PFC, SF6 (Protocolo de Kyoto – Naciones Unidas, 1998).
El Cambio Climático consiste en el cambio de clima, atribuido directa e indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera –aumento de la concentración de los GEI- y que se suma a la variabilidad natural del clima (CMNUCC, 1992). El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático – IPCC (2014), afirma que las emisiones de GEI son las más altas de la historia; y según las estimaciones del Observatorio de Mauna Loa, Hawai, NOAA-ESRL, a Abril de 2017, las concentración de CO₂ en la atmósfera alcanzaba los 409,01 ppm.
Los impactos del Cambio Climático, afectan a todas las regiones y países del mundo; y van desde el derretimiento de los glaciares, el consecuente aumento del nivel del mar, hasta la variabilidad de eventos extremos (olas de calor, tormentas, inundaciones, sequías).
¿Cuál es la posición de la ARGENTINA frente a esta situación?
Argentina genera el 0.9% de las emisiones globales de GEI, y se ubica en el Puesto 22 de 192 naciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) por el total de las emisiones que libera a la atmósfera.
Mediante la Ley 25.438 – Aprobó el Protocolo de Kyoto – Primer acuerdo internacional (1998) con el objetivo de establecer metas vinculantes de reducción de las emisiones para los países firmantes y a partir de la Ley 27.270 – Aprobó el Acuerdo de París de la conferencia de la ONU sobre el clima (COP 21) en el año 2015, en el que se compromete a reducir las emisiones de GEI un 15% al año 2030.
A su vez el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales de la Presidencia de la Nación planifica, coordina y da seguimiento a la Agenda 2030 – ODS (Objetivos para el Desarrollo Sostenible – ONU), en la que se encuentra el Objetivo 13, que consiste en adoptar medidas para combatir el cambio climático y sus efectos.