ANTIBIÓTICOS. ADVERTENCIA MUNDIAL DE LA OMS. La Peligrosa Era «Post-Antibióticos»

antibioticos INDUSTRIA FRAMACÉUTICA -La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este miércoles que el mundo se dirige hacia una era post-antibióticos en la que resurge el riesgo de morir por infecciones comunes y lesiones menores.

La Organización Mundial de la Salud ha publicado el primer análisis mundial sobre la resistencia a antibióticos. Basado en datos de 114 países, el informe ofrece el panorama más general que se ha obtenido hasta la fecha. Las conclusiones son claras: hay resistencia a los antibióticos en todas las regiones del mundo.

 

SINC|30 abril 2014 13:15

<p>“La eficacia de los antibióticos ha sido uno de los pilares que nos ha permitido vivir más tiempo con más salud y beneficiarnos de la medicina moderna”. / Rodrigo Tejeda</p>

Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) —el primero de carácter mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos, y en particular a los antibióticos— revela que esta grave amenaza ha dejado de ser una previsión para el futuro y es una realidad que puede afectar a cualquier persona de cualquier edad en cualquier país del mundo.

Dicha resistencia se produce cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos dejen de funcionar en las personas que los necesitan como tratamiento contra las infecciones y supone ya una gran amenaza para la salud pública.

La resistencia se produce cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos dejen de funcionar en las personas que los necesitan

“El mundo está abocado a una era posantibióticos en la que infecciones comunes y lesiones menores que han sido tratables durante decenios volverán a ser potencialmente mortales”, ha explicado Keiji Fukuda, subdirector general de la OMS para Seguridad Sanitaria.

El trabajo, que también contiene información sobre la resistencia a fármacos para tratar otras infecciones (como el VIH/sida, el paludismo, la tuberculosis o la gripe), está basado en datos de 114 países y ofrece el panorama más general que se ha obtenido hasta la fecha acerca de la farmacorresistencia.

“La eficacia de los antibióticos ha sido uno de los pilares que nos ha permitido vivir más tiempo con más salud y beneficiarnos de la medicina moderna”, añade Fukuda. “Si no tomamos medidas importantes para mejorar la prevención de las infecciones y no cambiamos nuestra forma de producir, prescribir y utilizar los antibióticos, el mundo sufrirá una pérdida progresiva de estos bienes de salud pública mundial cuyas repercusiones serán devastadoras”.

El informe señala que la resistencia está afectando a muchos agentes infecciosos distintos, pero se centra en la resistencia a los antibióticos en siete bacterias responsables de infecciones comunes graves, como la septicemia, la diarrea, la neumonía, las infecciones urinarias o la gonorrea.

Según la OMS, los datos son muy preocupantes y demuestran la existencia de resistencia a los antibióticos, especialmente a los utilizados como ‘último recurso’, en todas las regiones del mundo.

La resistencia a los antibióticos prolonga la duración de las enfermedades y aumenta el riesgo de muerte. Por ejemplo, se calcula que las personas infectadas porStaphylococcus aureus resistentes a la meticilina tienen una probabilidad de morir un 64% mayor que las infectadas por cepas no resistentes. La resistencia también aumenta el coste de la atención sanitaria ya que alarga las estancias en el hospital y requiere más cuidados intensivos.

¿Cómo hacer frente al problema?

Según la OMS, los datos son muy preocupantes y demuestran la existencia de resistencia a los antibióticos en todas las regiones del mundo

El informe revela que son muchos los países que carecen de instrumentos fundamentales para hacer frente a la resistencia a los antibióticos –como sistemas básicos de seguimiento y monitorización– o en los que estos medicamentos presentan grandes deficiencias.

Para los expertos, medidas importantes son la prevención de las infecciones mediante una mejor higiene, acceso al agua potable, control de las infecciones en los centros sanitarios y vacunación, a fin de reducir la necesidad de antibióticos.

La OMS también llama la atención sobre la necesidad de desarrollar nuevos productos diagnósticos, antibióticos y otros instrumentos que permitan a los profesionales sanitarios tener ventaja ante la resistencia emergente.

Asimismo, la institución apunta que las personas pueden contribuir utilizando los antibióticos únicamente cuando los haya prescrito un médico; completando el tratamiento prescrito aunque ya se sientan mejor; y no dándole sus antibióticos a otras personas ni utilizando los que les hayan sobrado de prescripciones anteriores.

Por otro lado, los profesionales sanitarios y los farmacéuticos pueden mejorar la prevención y el control de las infecciones; prescribir y dispensar antibióticos solo cuando sean verdaderamente necesarios; y prescribir y dispensar antibióticos adecuados para tratar la enfermedad en cuestión.

Las principales resistencias

La resistencia a los antibióticos carbapenémicos, último recurso terapéutico para las infecciones potencialmente mortales por Klebsiella pneumoniae (una bacteria intestinal común) se ha extendido a todas las regiones del mundo.

K. pneumoniae es una causa importante de infecciones nosocomiales, como las neumonías, las septicemias o las infecciones de los recién nacidos y los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos. Esa resistencia hace que en algunos países dichos antibióticos ya no sean eficaces en más de la mitad de los casos.

Además, la resistencia a las fluoroquinolonas –una de las clases de fármacos antibacterianos más utilizadas en el tratamiento de las infecciones urinarias por E. coli– está muy extendida. En los años ochenta, cuando aparecieron estos fármacos, la resistencia a ellos era prácticamente inexistente. Hoy día hay países de muchas partes del mundo en los que este tratamiento es ineficaz en más de la mitad de los pacientes.

Por último, en Austria, Australia, Canadá, Eslovenia, Francia, Japón, Noruega, el Reino Unido, Sudáfrica y Suecia se ha confirmado el fracaso del tratamiento de la gonorrea con cefalosporinas de tercera generación, el último recurso terapéutico en estos casos. Diariamente contraen esta enfermedad más de un millón de personas

 

En su primer informe mundial sobre la resistencia frente a los antibióticos, la OMS señala que las llamadas «bacterias asesinas» representan una importante amenaza global, con su habilidad para mutar y eludir incluso a los antibióticos más fuertes.

El organismo asegura que las recetas en exceso y el abuso de estos medicamentos hace que el cambio se produzca de forma más acelerada de lo esperado.

La OMS considera que es urgente desarrollar nuevos antibióticos con mejores sistemas de supervisión para hacer un seguimiento adecuado.

 

El estudio del organismo mundial analizó datos en 114 países y afirmó que la resistencia a los antibióticos está ocurriendo ahora «en cada región del mundo».

Efectos «devastadores»
También señala que podría haber implicaciones «devastadoras» a no ser que se lleven a cabo urgentemente acciones «significativas».

La OMS recomienda la elaboración urgente de nuevos antibióticos.
Entre las conclusiones a las que se llegaron está el hecho de que dos antibióticos clave ya no funcionan en más de la mitad de las personas que fueron tratadas en los países estudiados.

Uno de ellos es el carbapenem, para combatir la bacteria K.pneumoniae, ampliamente usado como último recurso para tratar a personas en peligro de morir en casos de neumonía, infecciones en el torrente sanguíneo y en recién nacidos.

Las bacterias generalmente mutan para eventualmente hacerce inmunes a los antibióticos, pero el mal uso de estos medicamentos, debido al exceso de prescripciones médicas o al incumplimiento de su rutina de ingestión, está provocando que las mutaciones ocurran más rápido de lo esperado.

La OMS señala que deben desarrollarse nuevos antibióticos lo más pronto posible.

En su reporte indica que la resistencia a antibióticos para combatir el E.coli en infecciones en el tracto urinario se ha incrementado de «virtualmente cero» en los años 80 a ser inefectivo en más de la mitad de los casos hoy en día.

«Fracaso» en el tratamiento de la gonorrea
El doctor Keiji Fukuda, asistente al director general de la OMS, dijo que sin una urgente y coordinada acción «el mundo va directo a una era post-antibióticos, en la cual las infecciones comunes y las heridas leves tratables por décadas podrán nuevamente matar».

Agregó que los antibióticos han sido uno de los pilares fundamentales para ayudar a la gente a vivir más tiempo y de manera más saludable, uno de los aspectos más beneficiosos de la medicina moderna.

La bacteria E.coli es una de las más resistentes.
«A no ser que tomemos acciones significativas para mejorar los esfuerzos para prevenir infecciones y cambiar cómo producimos, prescribimos y usamos antibióticos, el mundo perderá más y más aspectos del bienestar que produce la salud pública global y las implicaciones serán devastadoras», afirma Fukuda.

El informe también indica que los antibióticos de último recurso para tratar la gonorrea, han «fracasado» por ejemplo, en Reino Unido, Austria, Canadá, Australia, Francia, Noruega, Sudáfrica, Eslovenia y Suecia.

Más de un millón de personas son infectadas con gonorrea cada día en todo el mundo, afirma la OMS.

El informe hace un llamado para una mejor higiene, acceso a agua limpia, más instalaciones de salud que se dediquen al control de infecciones y vacunas para reducir la necesidad del uso de antibióticos

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