Las abundantes lluvias registradas en octubre y noviembre colmaron el perfil hídrico en varias zonas productivas y ponen a los cultivos en una situación frágil. Recomendaciones del INTA para ser eficientes y reducir las pérdidas.
Hace unas semanas, los meteorólogos confirmaron que el verano estará condicionado por un evento El Niño que traerá lluvias entre normales y superiores a lo normal para las zonas productivas del país. El pronóstico comienza a cumplirse y las últimas lluvias registradas recargaron las napas al punto de poner en riesgo los cultivos. Recomendaciones del INTA para ser eficientes y reducir las pérdidas.
Pablo Bollatti –especialista en napas del INTA Marcos Juárez, Córdoba– reconoció que, si bien las napas se vaciaron durante el invierno, en sólo un mes se recargaron al punto de dejar a los cultivos en una situación “frágil y susceptible”.
En este contexto, el técnico reconoció que “hay preocupación de que la superficie anegada aumente, la situación de las napas se empeore y que las probabilidades de pérdida de cultivos se acrecienten”.
Por este motivo, subrayó la importancia de ser eficientes en el manejo y “estar atentos al pronóstico a fin de tomar decisiones precisas y anticiparse a la ocurrencia de los eventos”.
En primer lugar, si bien la mayor parte de la superficie ya se encuentra sembrada, para aquellos que aún estén en marcha, les recomendó “aprovechar las ventanas que brinda el buen clima para sembrar” y apuntó la necesidad de “no dejarse estar”.
Ante pronósticos de precipitaciones mayores a los 50 milímetros, el especialista recomendó, para evitar fallas de implantación, reducir la profundidad de siembra de la semilla e incrementar un 15 % la densidad de siembra o cortar la siembra al menos 48 horas antes del evento. “Vemos gran cantidad de lotes con deficiente densidad de plantas por este motivo y que algunos casos requirieron una resiembra”, indicó.
El Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar advierte sobre la posibilidad de ocurrencia de lluvias superiores a las normales para la próxima semana.
En estos escenarios de napa cerca, aconsejó moverse de un campo a otro o transitar sobre los lotes para realizar tareas puede ser muy difícil debido a caminos cortados por agua en superficie y suelos saturados de agua que no soportan el peso de la maquinaria. Por eso, a diferencia de las recomendaciones de manual respecto a esperar una lluvia y luego realizar controles de malezas, recomendó anticiparse entre dos y tres días a los eventos de lluvias para realizar las tareas necesarias.
Asimismo, se refirió a la cosecha y consideró “crucial” tener una buena capacidad operatoria a fin de no dejar los lotes a la espera de la maquinaria disponible. “Esto puede tener consecuencias nefastas para los cultivos”, aseguró, al tiempo que recordó que esta fue la causa de que el año pasado se perdiera la calidad y cantidad de la producción de la soja de segunda.
“Cuando no hay piso, se debe priorizar la calidad de la cosecha y ser eficiente con respecto al pisoteo”, indicó para lo cual destacó la necesidad de cosechar lo antes posible, pisando lo mínimo indispensable, con la mitad de capacidad de carga de los auto descargables y la cosechadora sumado al uso de ruedas duales u orugas con gran superficie de contacto a fin de evitar empantanarse.
Clima: lo que se viene para fin de año
Desde el Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar señalan en su informe que para la próxima semana las lluvias se concentrarían en las regiones del NEA, Pampeana, NOA y este de Cuyo, como así también en Santa Cruz, Tierra del Fuego, Mendoza y La Pampa. Y advierten que serían superiores a las normales.
En cuanto al agua acumulada, en el este de Entre Ríos, los máximos podrían alcanzar los 150 milímetros (mm) en forma localizada, mientras que, en el norte de Salta, este de Jujuy, centro y sur de Santa Fe, este de Córdoba, norte de Buenos Aires y sudeste de Corrientes y Chaco las precipitaciones pronosticadas se encontrarían entre los 60 mm y 100 mm.
Para la semana del 18 al 25 de diciembre, los eventos más destacados se producirían sobre el NEA y el NOA, cuyos totales de lluvia acumulados podrían alcanzar valores máximos entre 70 mm y 120 mm.