Según un criminólogo de la Universidad Hebrea concentrar a la policía en “puntos especificos”. La presencia policíal puede ser más eficaz en el combate del crimen y más eficiente en ciertos “puntos vulnerables”, la investigación, fue llevada a cabo en Israel y los EE.UU. por el Profesor David Weisburd del Instituto de Criminología de la Universidad Hebrea de Jerusalem.
Weisburd, quien recibió el prestigioso Premio Estocolmo en Criminología en 2010 por sus estudios experimentales de “puntos vulnerables” para la policía, ha presentado sus conceptos en un nuevo libro publicado por la Oxford University Press.
Su trabajo se basa en un estudio de 16 años llevado a cabo en Seattle, Washington, en donde se ofrece el primer examen sistemático sobre la evolución de la delincuencia en los lugares a través del tiempo y los factores que explican la evolución de los puntos de delincuencia habituales.
En su estudio de Seattle, Weisburd encontró que la mitad de todos los delitos de Seattle en cada año se produce en tan sólo el 6.5 por ciento de las calles de la ciudad. Además, casi el 25 por ciento de los crimenes se encuentran en un 1 por ciento de los segmentos de la calle.
En una investigación posterior en Tel Aviv, Weisburd, junto con su estudiante graduado Shai Amram, demostró que el crimen en esa ciudad se concentra de manera similar. Sólo el 5 por ciento de los segmentos de la calle de Tel Aviv producen el 50 por ciento de la delincuencia, con sólo el 1 por ciento de los segmentos de calle que producen alrededor del 25 por ciento de la delincuencia.
Delincuencia y el crimen
El mismo tipo de datos existe en otras ciudades, según notas de Weisburd. El estudio de la delincuencia en general se ha centrado fundamentalmente en el por qué las personas cometen delitos o por qué ciertas comunidades tienen niveles más altos de delincuencia que otros, pero Weisburd y sus estudiantes presentan una nueva y distinta forma de ver el problema de la delincuencia mediante el examen de por qué calles específicas en un ciudad tienen tendencias específicas al crimen a través del tiempo.
Las oportunidades para la delincuencia se reflejan por la motivación de los delincuentes y la presencia de objetivos adecuados, así como las condiciones de desamparo social, que son predictores importantes de los “puntos calientes” para el crimen, dice.
Concentrando la presencia policial en esos “puntos calientes” previamente identificados, hace a los agentes actuar como “guardianes” para disuadir la conducta criminal, pero cuando los recursos policiales se reparten entre jurisdicciones más grandes, es probable que esta disuasión que se diluya, dice Weisburd.
En Tel Aviv, como en Seattle, los puntos calientes del crimen no se concentran en un solo barrio, y que la variabilidad calle por calle es tremenda, dice.
Además, y contrariamente a la opinión popular, la presencia de la policía en estos “puntos calientes” no hace a la delincuencia “moverse a la vuelta de la esquina” o a las zonas cercanas, menos vigiladas, Weisburd enfatiza.
Weisburd observa que en ciudades de todo el mundo, este sistema se está empezando a implementar. En Israel, en 2011, la Policía Nacional inició un programa de este tipo.
Latam