La Pampa: se incendiaron 153 mil hectáreas y hay 2 M en riesgo
Altas temperaturas, baja humedad y gran cantidad de pasto seco disponible extreman la peligrosidad para la ocurrencia de fuegos. En este contexto, técnicos del INTA desarrollaron un mapa que señala los sitios más vulnerables.
La gran cantidad de pasto seco disponible sumado a las escasas precipitaciones y elevadas temperaturas presentan condiciones de extrema peligrosidad para la ocurrencia de incendios en más de 2 millones de hectáreas en la región sur de La Pampa. En este contexto, los técnicos del INTA desarrollaron un mapa que señala los sitios más vulnerables y brinda una serie de recomendaciones técnicas para reducir el impacto.
Según cifras del INTA, hasta el momento, hay 153 mil hectáreas afectadas por los incendios en La Pampa en zonas que coinciden en un 95 % con las identificadas y pronosticadas como de alto riesgo por el organismo.
Para Pablo Vázquez –especialista en modelos del área de gestión ambiental y recursos naturales del INTA Anguil, La Pampa–, “la arbustización generalizada, la mala distribución de la carga animal, debida a la escasa distribución de aguadas en los establecimientos y cinco años de lluvias por encima de la media histórica generan las condiciones ideales para la acumulación de grandes volúmenes de la materia seca fina que propicia la ocurrencia de incendios”.
En esta línea, Vázquez advirtió que “en 2016 había 4 millones de hectáreas que no se quemaron en más de 10 años, de las cuales, al menos el 50 % corresponden a áreas arbustizadas” y señaló que “ese material remanente de los incendios del año pasado debió ser reducido, ya sea mediante quemas controladas, rolado u otras técnicas que permitan disminuir el material combustible”.
“Dada la actual acumulación de material fino, las altas temperaturas y baja humedad, la situación del año pasado puede repetirse”, indicó Vázquez quien, además, sentenció: “Las áreas actualmente susceptibles de incendio son, en su gran mayoría, todas las no quemadas durante el período anterior”.
En este contexto y con el objetivo de colaborar en la toma de decisiones, los técnicos del INTA desarrollaron un mapa que permite identificar las zonas más vulnerables y susceptibles a la ocurrencia de incendios.
“Muchos de los establecimientos con serios riesgos de incendiarse están dentro de la categoría de difícil acceso”, explicó Vázquez.
Esta herramienta cuenta con información detallada para la toma de decisiones y fue entregada a los organismos responsables de llevar adelante las medidas pertinentes para la prevención de incendios.
Incendios: mejor prevenir que combatir
Desde el INTA consideran fundamental poner el foco en las tareas de prevención que consisten en mantener limpias de material combustible las picadas cortafuego, alambrados e instalaciones.
Para prevenir los incendios, se recomienda hacer un adecuado manejo del pastoreo y rotación de cultivos en zonas susceptibles de incendio, como así también realizar quemas preventivas controladas en los momentos adecuados durante el año.
Además de mantener alambrados, cortafuegos, picadas e instalaciones libres de vegetación con arado o rastra de discos en una franja de ocho metros a cada lado del alambrado en los potreros con vegetación baja y de 20 metros en los campos con monte.
También es importante no dejar materiales inflamables expuestos a altas temperaturas como leña, papel, pintura y/o combustibles, como así también mantener los accesos despejados y tanques australianos llenos de agua.
A su vez, resulta imprescindible realizar corta fuegos de 20 metros, en los potreros linderos a las rutas o líneas férreas, ubicados entre el alambrado y la vía de comunicación. Asimismo, coordinar con municipios y vialidad provincial-nacional el mantenimiento de las banquinas de rutas.
Para el interior del establecimiento, los técnicos del INTA recomiendan mantener los márgenes de alambrados libre de vegetación. Y, cuando se realicen quemas de potreros, avisar con 72 horas de antelación a los cuarteles de bomberos más cercanos para una buena planificación.
En todos los casos resulta “trascendental” tener muy presente los parámetros de temperatura, humedad y viento para realizar quema controlada, para lo cual es importante consultar los pronósticos climáticos.