¿Cuándo hay que regar? ¿cuantas veces? ¿Mucha agua o poca agua? Útiles consejos de riego
Controlar el riego no siempre es fácil y muchas veces arruinamos las plantas o cultivos por excesos de agua o mala información. Entonces, ¿cuánta o con qué frecuencia se deben regar en primavera? ¿Es mejor echar el agua por encima o por debajo?
En general, durante esta época no hace un calor excesivo como para regar las plantas a diario, ni tampoco es tan lluvioso como para hacerlo tan solo una vez por semana, lo más importante es establecer una rutina de riego.
Para resolver estos interrogantes hemos reunido 5 reglas básicas que todo jardinero o amante de la naturaleza debe conocer, sobretodo, en estos tiempos de vacas flacas donde la producción de nuestra huerta puede significar una gran ayuda económica.
1- Regar por las tardes
Aunque es verdad que durante la primavera el sol aún no es muy intenso, la tierra se puede mantener húmeda varios días (dependerá del clima que haya en nuestra zona y de dónde tengamos la plantas). Al regar por la tarde-noche, las raíces tendrán unas 15-18 horas para poder absorber toda el agua que necesiten; en cambio, si se riega por la mañana, apenas tendrán 8 o 9h.
2- Considerar qué regamos
Hay que regar de manera que sólo se humedezca la tierra, y no las plantas.
- PLANTAS: Una buena técnica es colocarle un plato debajo y llenarlo de agua para regar plantas semi-acuáticas, ya que necesitan mucha humedad. En el caso de utilizarlo para otras plantas, hay que quitarles el agua que sobre a los 30-40 minutos de haber regado.
- Si las tenemos plantadas en un terreno o tierra fértil y con mucho drenaje, hay que regar con más frecuencia, ya que sus raíces necesitarán más nutrientes y el agua se filtrará más fácilmente.
- HUERTAS: Dirigir la regadera a la tierra y regar, es la manera más aconsejada. No mojar las hojas para evitar la proliferación de hongos y bacterias.
3- Ni mucho ni poco
Cada tipo de planta necesita una cantidad de agua concreta. Algunas especies no necesitan demasiada agua; en el caso de jardines, podemos ahogarlas si no delimitamos zonas de riego.
4-Evitar los charcos de agua
Regar siempre el mismo punto de la raíz sólo una conduce al crecimiento de las raíces de un solo lado y a una mala absorción de nutrientes en el suelo. Lo ideal es regar alrededor de la planta y distribuir el agua por toda la zona evitando la formación de charcos. El agua encharcada suprime el aire que llega a las raíces ahogándolas por la falta de oxígeno.
5- Remover y enriquecer la tierra con nutrientes
La tierra rica en minerales de arcilla tiene mejores propiedades y por lo tanto puede retener el agua mejor y de una manera más uniforme. Lo ideal es conjugar compost con un sustrato de materia orgánica, como el humus de lombriz. Este última aportará al suelo un buen número de minerales necesarios para el desarrollo de cualquier cultivo.