Un grupo de profesionales del Instituto Roffo, dependiente de la Universidad de Buenos Aires fue distinguido a nivel internacional como el mejor equipo de tratamiento de cáncer torácico en Latinoamérica. Conversamos con una de las premiadas, la Dra. Mónica Castro, Jefa del equipo de la Unidad Funcional de Oncología Torácica.
La Asociación Internacional para el Estudio de Cáncer de Pulmón (IASLC) cada año premia a diferentes equipos multidisciplinarios que brindan atención excepcional a sus pacientes, con la particularidad de que son los mismos pacientes con cáncer de pulmón, o sus familiares, quienes realizan las nominaciones de acuerdo a su propia experiencia.
Se evalúa la trayectoria del equipo y la Institución en relación a la confianza que ofrece el equipo, la posibilidad de compartir decisiones, accesibilidad al tratamiento ofrecido, las opciones de tratamiento que brinda la institución, la información recibida, la posibilidad de testeo tumoral histológico y molecular y el soporte de control sintomático que se brinda al paciente.
La asociación, con sede en Singapur reconoce una sola institución por región y participan cinco regiones: América del Norte, Europa, América Latina, Asia y el resto del mundo. Por Latinoamérica, los profesionales del Equipo de la Unidad Funcional de Oncología Torácica/Transferencia, que fueron distinguidos junto a la Dra. Mónica Castro, son la Dra. Carolina Gabay, el Dr. Pablo Cresta y la Dra. Mara Bonet.
Para la Dra. Mónica Castro, esto “representa un reconocimiento muy importante porque se origina en la mirada del paciente. Si bien en la selección el panel internacional tiene en cuenta la trayectoria del equipo y la institución donde se desempeña, la iniciativa es del paciente asistido y sus familiares. Esto para nosotros es el logro máximo, nos dignifica y estimula a seguir frente a las numerosas dificultades “.
El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo. En Argentina esto se cumple en hombres, mientras que en mujeres, el cáncer más mortal es el de mama, mientras que el de pulmón ocupa el segundo lugar con el cáncer colorectal. Sin embargo, según aclara la especialista: “En las últimas décadas se ha destacado el incremento sostenido de cáncer de pulmón en mujeres como consecuencia de la expansión del consumo del tabaco en la población femenina. Si bien este incremento de casos de cáncer de pulmón se extiende también a personas no fumadoras, cuya etiología se encuentra en estudio, el tabaco es indiscutiblemente su principal agente causal constituyéndolo en uno de los tipos de cáncer prevenibles”.
El año próximo se cumple el centenario de la inauguración del primer pabellón del Instituto de Medicina Experimental para el Estudio y Tratamiento del Cáncer por parte del Dr. Ángel Honorio Roffo, quien fuera fundador y director del mismo. A propósito de esto, la Dra. Mónica Castro reflexiona: “No podemos dejar de mencionar que fue pionero en describir los carcinógenos del tabaco y los cánceres asociados al consumo del mismo. La lucha con la industria tabacalera, muchos años después se basó en estos estudios para probar el daño por tabaco”
El trabajo que desarrolla cada unidad funcional del Instituto Roffo es transdisciplinar, donde se conectan diferentes equipos de profesionales: oncólogos, cirujanos, radioterapeutas, patólogos, biólogos, neumonólogos, imaginólogos y paliativistas, para abordar la problemática del paciente oncológico. El trabajo de este equipo multidisciplinar está integrado también por los cirujanos torácicos Dr. Luis Thompson y Doctores Adrián Gilardoni y Lucas Arias, Dra. Catalina Pogany y la Dra. Iris Boyeras.
Para finalizar, la Dra Castro elige destacar el legado del Dr. Roffo, quien fue tres veces candidato al Nobel, supo desarrollar la actividad asistencial, la proyección experimental y estadística en el primer centro de Latinoamérica solo dedicado al estudio y tratamiento del cáncer. Siguiendo sus pasos, la Unidad Funcional de Tórax y Transferencia prioriza la investigación académica independiente además de la labor asistencial. En los últimos años se presentaron numerosos trabajos relacionados al tema, que ponen al instituto de la UBA al más alto nivel internacional.
“A una centena de años de distancia, y enfrentando una pandemia de por medio, consideramos que los principios que dieron forma a esta institución en sus inicios, hoy sostienen nuestras acciones: la formación de personal para el cuidado integral del paciente oncológico, la investigación académica independiente como pilar en la lucha contra el cáncer y el respeto y comprensión frente al dolor humano como eje fundamental de esta labor. Estas premisas pueden cumplirse con el apoyo y fomento de políticas públicas para sostenerlas y afianzarlas”.
Informe UBA